martes, 19 de mayo de 2015

Selaginela. Cuidados básicos 3. Transplante


Transplantamos la Selaginela a una maceta donde pueda extenderse y crecer en horizontal que es como lo hace esta planta. Conseguimos una maceta de barro con forma acampanada y más bien plana, que aporta la superficie que necesita para posar las raices que van saliendo de sus tallos, sin ser una maceta excesivamente grande. Tiene que aportar algo más de espacio a la planta pero ser proporcionada a su tamaño.

La forma y tamaño de la nueva maceta hace que el agua cuando la regamos humedezca la tierra lo suficiente pero también drene bien. Aunque no se muestra en el vídeo, la maceta tiene un agujero bastante grande justo en el centro del fondo. Su forma acampanada o de embudo favorece que el agua salga.

Es una maceta de barro y al regar la planta o pulverizarla con agua se moja y se mantiene húmeda un tiempo. Esto, además de oler deliciosamente a barro mojado, ayuda a que el ambiente esté también húmedo, cosa que le viene muy bien aquí a nuestra amiga.

Por último, recordamos evitar tocar la Selaginela porque el roce hace que se marchiten sus hojas y se pongan marrones. Para colocar la tierra cuando la transplantamos utilizamos una pequeña pala como la que podeis ver en el vídeo.

En los siguientes vídeos podeis ver más cuidados básicos de la Selaginela.


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